›› REPORTE RURAL
A pesar de que los productores agrícola-ganaderos de Tucumán y de la región siguen sufriendo las inclemencias climáticas, sociales y económicas que se registran en el país, la solidaridad sigue siendo parte de su esencia y, seguramente, este año esta virtud volverá a repetirse colaborando con una destacada acción que es donar alimentos para las personas que más lo necesitan.
La actual campaña granaria, por suerte, viene bien en cuanto a producción, ya que el clima y el esfuerzo constante del productor en hacer bien las cosas, ayudaron a que los pronósticos de cosecha y los resultados de rendimientos en lotes cosechados sean bastantes buenos.
Los productores de granos que hoy en la provincia están empezando a cosechar, deben enfrentar todavía retenciones altísimas, precios de insumos descontrolados, aumentos de mano de obra y labores permanentes que afectan, en forma permanente, la rentabilidad de un sector.
Los agricultores cañeros, y porque no los industriales azucareros, vienen padeciendo una crisis muy dura y con perspectivas realmente difíciles, si es que la inflación y la suba de costos no es controlada. Pero a pesar de esto, se observan, en general, buenos cañaverales, y las perspectivas de producción son interesantes.
Los productores de frutas finas y los productores hortícolas vienen arrastrando años difíciles, sobre todo los arandaneros que sufrieron las inclemencias de las lluvias la campaña pasada, que hizo que se perdiera más del 50% de la producción, casi toda destinada a la exportación, por lo que este año esperan una revancha esperando que el clima acompañe y la producción también.
En cuanto a la actividad citrícola, que ya está comenzando a trabajar en los envíos de fruta fresca a los mercados internacionales y de fruta a las industrias para su proceso, después de un conflicto con los transportistas -que los tuvo en vilo estos días que pasaron-, esperan que los pedidos de los clientes aumenten y la zafra de limones se generalice.
Con todas estas idas y venidas, el productor sigue adelante pensando en el futuro, y no mirar atrás para no paralizar su siempre presente optimismo.
A pesar de esto, y con la solidaridad que caracteriza al sector, el campo continúa con su apoyo al Banco de Alimentos de Tucumán.
Esta Fundación actúa como un canal transparente y sustentable para las empresas de la industria agroalimentaria, productores agropecuarios y la industria supermercadista, captando donaciones de alimentos aptos para el consumo, que por diversos motivos han salido de la cadena comercial (fecha de vencimiento corta, error de embalaje, exceso de producción etcétera), llegando así a quienes más lo necesitan. Hoy, el Banco de Alimentos de Tucumán colabora en la alimentación de 22.800 personas, que pertenecen a 92 organizaciones sociales como comedores, cocinas comunitarias, hogares, y escuelas rurales, entre otros, de toda la provincia.
Estas donaciones no llegan a cubrir la necesidad nutricional y alimentaria en cantidad y calidad de los beneficiarios. Por esto es que el Banco de Alimentos desarrolla campañas de recaudación de fondos, para adquirir los alimentos que no consigue obtener en donación.
Dentro de estas campañas de recaudación de fondos se encuentra la Campaña pertenecen al sector agropecuario de la provincia, quienes realizan donaciones de soja o maíz a través de las acopiadoras asociadas al programa (AGD, Bunge y Cooperativa Unión y Progreso), las cuales se comercializan, y con dicha venta se adquieren alimentos indispensables para cubrir la canasta básica alimentaria de los beneficiarios.
La Fundación Banco de Alimentos de Tucumán está inscripta en el RUCA como canjeador de bienes y/o servicios por granos, y a la vez, en el artículo 81 inciso C de la Ley de Impuesto a las Ganancias como organización deducible, por lo que todas las donaciones, ya sean de dinero en efectivo como de alimentos y/o servicios, pueden ser deducidas por los donantes.
En estos momentos, el 40% de los alimentos, que el Banco de Tucumán redistribuye entre 22.800 personas en situación de vulnerabilidad social, provienen del sector agropecuario, que lejos de ser indiferente ha demostrado, cada año, una creciente solidaridad y compromiso. Gracias a esta campaña, en 2018 se adquirieron 78.000 kilos de alimentos.
Esta es una gran iniciativa llevada adelante por esta institución, donde todos sus integrantes trabajan generando un modelo virtuoso para ayudar a quienes más lo necesitan, acercándoles alimentos, educación y esperanza.
Es por ello necesario que, nuevamente, el sector productivo tucumano se acerque a esta noble institución para colaborar en beneficio de quienes más lo necesitan.